Jardinero

Antes de navidad estuve buscando algún otro trabajo para completar tiempo y dinero al final del mes, pues de los otros trabajos era un periodo en que no tenía mucha faena.
Lo de buscar trabajo es una manera de decir, porque no es que haya buscado mucho. Solo pregunté a dos amigos. Además a dos amigos con trabajos a los cuales me gustaría bastante dedicarme por un tiempo. Uno es Marco que tiene una librería, el otro es Riccardo, alias Polpetta (albóndiga), que trabaja de jardinero.
La búsqueda de otro trabajo solo consistió en esto, pero de una manera absurda estaba convencido que alguna cosa saldría para solucionar mi inminente escasez económica. Como siempre desde que estoy aquí en Genova he tenido fortuna en estas cosas.

Así que, como algunos ya sabéis, desde antes de navidad estoy trabajando de jardinero con Polpetta y combinándolo con el trabajo en la empresa de Paola.
Polpetta, a parte de ser su apodo y el nombre de su empresa de jardinería, es un tipo grande como un armario, digno de su nick. No exagero si digo que dentro de un Polpetta podrían estar perfectamente dos Xevis y medio.

Por el resto, puedo decir que me gusta el trabajo de jardinero. Me gusta aprender, ver otros trabajos nuevos, trabajar al aire libre… pero también pasar un frío del carajo, mojarme hasta los huesos los días de lluvia cargando ramas en el camión, llegar a casa embarrado y destrozado por haber cargado todo el día sacos de tierra y hierba. Pero satisfecho al final del día por haber trabajado intensamente.
De Riccardo Polpetta puedo decir que a parte de ser un tipo grande y de aspecto duro, en el fondo es realmente un tipo tierno como una albóndiga de carne con salsa de tomate y piñones.
La semana pasada falleció su padre. El sábado estuvimos en el funeral.
Aquí va una bonita canción que habla de hijos, padres y abuelos para recordarlo por un momento.
“you’ll have to learn, just like me
and that’s the hardest way”

La mesa de casa

Con el frío y el invierno mi casa se ha ido convirtiendo en una casa de verdad. Cuando vine a vivir a la casa donde estoy ahora era verano, junio para ser preciso. Por aquella época no estaba mucho en casa. Entre trabajo y que era verano creo que estaba solo en casa lo justo para dormir, y no era mucho tiempo. Poco a poco en los meses antes de Navidad la casa ha ido cogiendo un poco de personalidad. De esto puede dar fe Robert que cuando vino aquí a Genova estrenó el cuarto de los invitados, que dicho así parece una mega habitación, y simplemente es una habitación con una cama individual, un armario y unas estanterías. Unos días un poco antes de que viniese Robert fue cuando pinté la mesa que compré al ikea. Una simple mesa de madera de pino personalizada con un dibujo de cómic. Técnica: rotulador gordo negro y barníz sobre toda la mesa.

Darling

El tiempo pasa… joder que si pasa!. Después de un duro verano y de cambios y vida intensa… llega el invierno. Y la transición de verano a invierno pasa por Valencia. Al final me he cogido dos semanas. Tres días en Trapani y el resto en Valencia. Y aquí estoy.

Lo que me ha motivado a escribir de nuevo en el blog es precisamente esta parada en Valencia. Desde marzo que no venía. Cuando el avión estaba sobrevolando valencia, apunto de aterrizar, y viendo desde lo alto toda la ciudad, me viene un extraño sentimiento: «ya está otra vez, será posible que me emocione como un gilipollas, cada vez que contemplo este panorama».
Igual es por que ultimamente distancio bastante mis visitas. Quizá otro gallo cantaría si hiciese este viaje una vez a la semana…

Y, como siempre digo, la belleza de los sitios y de las ciudades no pertenece solo al lugar, esa belleza la crean las personas de cada lugar. Y claro, es realmente chulo llegar, ver a la familia a los amigos, ver que la gente esta contenta de verte, que tienen ganas de saber como te van las cosas y hasta se les escapa algún «se te echa de menos, cabrón»… Y entonces es cuando a mi me viene un extraño sentimiento: «ya está otra vez, será posible que me emocione como un gilipollas, cada vez que veo a esta gente». Y va la segunda. Pues sí.

Alguno hasta me ha echado en cara que ya no escribo en el blog. Así que me he visto obligado a escribir. Y lo cierto es que tendría muchísimas cosas que contar, muchos sentimientos que compartir y que expresar. Pero iremos por partes, poco a poco. De momento esto es una nueva intención de continuar escribiendo. De empezar, digamos, una nueva temporada.

Y para esto os dejo una canción. A mi me levanta el animo, me anima. Espero que a vosotros también. Me gusta también el video por la manera de hacer el tonto y de bailar de Springsteen, no os lo perdáis. Se puede decir, que ahora mismo, esta canción esta marcando el inicio de mi «nueva temporada». Y cuando la oigo es cuando me viene un extraño sentimiento: «ya está otra vez, será posible que me emocione…
Ciao … darling!

En boca cerrada…

Hoy no he llegado a tiempo de abrir las mesas de la plaza del bar. Paola me ha llamado a las nueve menos diez, habíamos quedado a las ocho y media para desayunar (como siempre) e ir a trabajar. De todas maneras he bajado al bar a tomarme el capuchino y la focaccia. Luego en bici al trabajo (el trabajo que va antes del bar).
Pedaleando al sol por Corso Italia, el paseo de la playa, algo me ha entrado en la boca. En seguida me he dado cuenta de que se trataba de algo vivo y cuando la he escupido he visto que se trataba de una avispa. ¡Y lo mejor es que conforme ha salido de la boca ha seguido volando! Y yo he seguido pedaleando… no tenía tiempo de pedir disculpas: llegaba tarde al curro.

Por un momento me he sentido un Iron-man. ¿Sabéis esos tipos que hacen las pruebas de triatlón de no sé cuantos kilómetros en bici, otros corriendo y otros tantos a nado?.
Pues un poco así, pedaleando fuerte y escupiendo avispas… jeje.

Lo cierto es que aunque me siento bastante energético y fuerte, estos días también estoy teniendo algunos momentos de bajón. El otro día después de trabajar en el bar y comerme un platazo de gnochi al pesto me dio un bajón de tensión bastante fuertecillo. Pero a pesar de esto y de lo que escribí en el último post prometo que estoy comiendo y alimentándome bien.

El domingo salimos en barca con Elisa y amigos suyos, Samu, Martina, etc…
Y la verdad es que fue chulilsimo. Una pasada. Pero también tuve mi momento de bajón. Creo que la noche de cervezas del día anterior no ayudo mucho y tampoco el desayuno de capuchino y brioche que hice antes de salir en barca. El caso es tuve mi momento de vomitona. Por otra parte demostré una cosa: dicen que si te mareas en la barca y te tiras al agua se te pasa un poco. La demostración es que no siempre: se puede perfectamente nadar y vomitar en el agua. Eso sí, si te relajas y lo haces con tranquilidad sienta hasta bien. Lo juro. Del resto del día en barca, salvando otro momento para vomitar otro poco por la borda, fue espectacular. Me gusto muchísimo.

Bueno, pese a estos contratiempos el otro día escribí en la pizarra del bar que “se dan abrazos energéticos gratis” en vista de una oleada de crisis de amor que parece que hay en el ambiente últimamente.
Ayer entro una chica preguntando que era eso de los abrazos energéticos, Fede le dijo que si alguno está triste le damos un abrazo y le animamos.
Yo cuando le pregunté a Fede que le había dicho la chica, le dije “sí, pero se ha ido sin pedir el abrazo…!”
Está bien, estará contenta y feliz. Me alegro.

Papas in the night

Dos y media de la madrugada. En casa no sopla una pizca de aire. La humedad te aplatana y te deja «chafao» contra las sabanas, pegajoso, sudoroso. Repito un sueño mecánico: «falta una cocacola en esta mesa, tengo que hacer un rumculler y un cuba que me han pedido de la otra mesa, me he olvidado de un bocadillo… !mierda!» Me despierto y veo que no estoy trabajando en el bar y no tengo que llevar nada a ningún sitio. Lo que tengo que hacer es dormir.
Al final me levanto voy en cocina y me casco un paquete de papas comprado en el ikea, (sí, sé que parece absurdo pero compré las papas en el ikea, pero prometo que no fui adrede solo por las papas). Después de las papas, un vaso de leche bien fría. Finalmente consigo dormirme.

Estas son más o menos mis noches en estos días de calor. Tengo que decir para tranquilizar a los más sufridores que mi dieta durante el día suele ser más apropiada y rica en vitaminas. Y que aparte de levantarme a comer también me despierto a leer algún libro o algún cómic de DylanDog.

Por el resto, el verano empieza o continúa con cambios e intenso. Cambio de piso, por ejemplo. Hace dos semanas que me cambié a otro piso. Solo y más cerca del bar. He pasado de un apartamento con vistas a los tejados de Genova, a un primer piso con vistas a las calles sombrías de Genova. He pasado de ser una golondrina a ratón de callejuela. Y la verdad es que estoy bastante bien. Todavía organizando alguna cosilla en el nuevo piso, pero no tengo ninguna prisa.

En definitiva el verano se presenta con bastante trabajo. Haciendo horarios extraños y cansado pero contento. Me divierto con mis trabajillos, acabo reventao al final del día, pero me divierto. Me doy mis vueltecillas por la noche, me bebo mis cervecitas con los amigos… en definitiva que no me puedo quejar. La vida me trata bien (entre otras cosas por que yo no la trato mal) y disfruto de lo que me da el presente.

Joder!! Qué cojones de frase estoy soltando!!??? jejeje… en fin, que me voy a currar.

Get back

Empieza el verano chicos… y empieza a hacer calor de verdad… y el verano empieza con mogollón de cambios. Entre otros, el cambio de piso que tengo que hacer esta semana.
El fin de semana ha estado Juan por Genova. Hacía practicamente un año que no nos veíamos…

Bueno, en realidad lo que quería era meter el concierto de los beatles en el tejado de los estudios de Londres. Esta fue la presentación del disco Get Back (creo). Un concierto sorpresa cuando nadie se lo esperaba, cuando corrian los rumores de que los beatles se separaban o que ya no sacaban ningún disco más… de hecho una de las cosas chulas del video es ver a la gente como se acerca sorprendida, como los policias se miran y hablan entre sí sin saber si interrumpir el concierto o no.
Esta es la moraleja del video: Hace falta sorprender y sorprenderse. ¿Qué habéis hecho últimamente de sorprendente? Yo chicos, os puedo decir que cada día es una sorpresa. Y me siento bastante orgulloso.

Por otro lado, me mola mogollón la estética de los beatles de aquella época. De hecho creo que me dejaré barbucia de vagabundo como Paul.
Bueno, creo que mejor me espero a después de verano, ¿no?

¿Cómo?

Como el escritor que,
desde lo alto del acantilado,
lanza al viento su manuscrito,
sacrificio de tantas noches en vela.

Como el jardinero que
debe arrancar y cortar
todas las orquideas de su invernadero,
receptoras de tantos cuidados y atención.

Como el abuelo que
tiene que sacrificar su perro
ya viejo, compañero de una vida.

-Por suerte como decía hace poco…
siempre hay una puerta que se abre, y si no hay: se busca.

Como dice Dave «Because life is short»
Geniale!! Disfrutarlo.

Regalos

Soy afortunado. Hoy Alessia me ha hecho un regalo chulísimo. Me he conectado a internet esta mañana, al gmail, y he visto que Alessia estaba conectada al chat y que en su perfil tenía una cita, una frase en castellano. Después de leerla un par de veces me he dado cuenta de que es un trozo de una cosa que escribí hace tiempo aquí en el blog.
Y si digo la verdad, me ha emocionado un poco. Me ha gustado que se acuerde, que coja una frase mía y la ponga en su perfil… muy chulo, !!un ragalo muy bonito!!. Gracias Ale.

Y este es otro regalo…

El domingo hemos hecho el traslado de la mesa de PingPong a la terraza de casa. El PingPong es del papá de Paola, y nos lo ha cedido para nuestra megaterraza. Si lo sé chicos… la foto da bastante envidia, pero bueno quien quiera venir a jugar alguna partida está invitado.
Todo esto del traslado, fue el domingo después de un día chulísimo de montaña, de escalada y de baño en el río con Simona, Fede, Rafaela, Dani, Claudio, Roberto…
Los de la foto son Fede y Dani demostrando sus destreza con el pingpong. La foto es de Paola.

Y sí, chicos, no me puedo lamentar… soy afortunado…

Siempre hay una puerta que se abre…

León, el profesional. Jean Reno, Natalie Portman y una planta. Brutal, esta película!! Hace muchísimo que no la veo pero me han venido ganas de verla. Y en italiano.
En este trozo de la película me encanta el momento en el que Mathilda esta llorando, llega de la compra, han «arrasado» con toda su familia, y va directamente a casa del vecino esperando que tenga compasión y, sin decir nada, le deje entrar. La escena dura dos segundos, Mathilda llorando y con la nariz ensangrentada. Delante de ella se abre la puerta, y le ilumina la cara, una luz que «le salva»…
Porque, chicos, siempre hay una puerta que se abre… y «te salva», siempre…

Y si la película es chula, no hace falta decir nada de la canción de Sting. Chulísima!

Trueque

Me estoy cansando de decir lo mismo cada vez que escribo algo en el blog. Y es que últimamente siempre empiezo diciendo: “hace mucho tiempo que no escribo… tengo el blog un poco olvidado…”
Así que no lo voy a decir. ¿De acuerdo? Pasemos a otro tema…

Hace ya unos cuantos meses empecé a hacer clases de español con Claudio. Al principio, algunas clases, hicimos el típico “intercambio transaccional económico por mis conocimientos lingüísticos” (vamos, que me pagaba por las clases). Pero más adelante la amistad se fue consolidando, con lo que se hace un poco más incomodo el momento de pedir dinero “a un amigo”.
Al final encontré un trato bastante apropiado.
“Hagamos intercambio de conocimientos” – dijimos.
“Yo te enseño lo que sé de español y tú me enseñas a tocar la guitarra”.

Desde entonces los jueves organizamos la velada de las lecciones en casa. Primero hacemos clase de español, luego cenamos y después hacemos clase de guitarra. Un buen plan, ¿no?.
Esto es lo que hicimos durante un tiempo. Pero las últimas semanas (meses) ya no lo estamos haciendo. Las cenas de los jueves se han convertido en cenas con amigos, al final siempre estamos mínimo cuatro o cinco, lo cual es bastante chulo. Pero por “hache” o por “be” no encontramos el momento para hacer la “doble lección”. O uno de los dos está cansado, o no llegamos a tiempo, o estamos demasiados a cenar… o por pereza… pero últimamente sólo organizamos la cena… y ya está bastante bien. ¡Me encantan las cenas de los jueves con gente en casa!.

Pero lo cierto es que lo que me gustaba de todo esto es el tipo de intercambio de conocimientos. Es una buena fórmula de remuneración del trabajo. Una vuelta al trueque… De hecho sería chulo encontrar más cosas que intercambiar. Poder basar mi economía en el trueque. Aunque quizá sea algo demasiado utópico… supongo que si no está el dinero de por medio sucederá lo mismo que nos ha pasado con las clases español-guitarra: que si un día la anulas no pasa nada, y si a la semana siguiente tampoco se hace… pues bueno, “sigue sin pasar nada”.

En fin, se puede decir que fue bonito mientras duró.
De todas maneras este jueves volvemos a hacer cena… y clase de español, creo. De guitarra no, porque Claudio se ha cortado la mano… Si es que… cuando no es una excusa es otra… jejeje.
Bueno, ahí va la foto en recuerdo de aquellos “jueves de doble clase: español-guitarra, guitarra-español”.